sábado, 8 de octubre de 2011

Premio Nobel de Literatura 2011


Tomás Tranströmer
El poeta y psicólogo sueco Tomas Tranströmer, creador de una lírica realista e intimista, se hizo acreedor, a los 80 años, del Premio Nobel de  Literatura 2011, en reconocimiento al “fresco acceso a la realidad” que aportan “las imágenes densas y diáfanas” de sus textos, informó la Academia Sueca.

“Es uno de los grandes poetas de nuestro tiempo”, dueño de una poética “inesperada” y “grande”, señaló el académico Peter Englund sobre Tranströmer, quien se convirtió en el séptimo escritor sueco en ser distinguido con el Nobel de Literatura en los 110 años de vida del premio.


Además de las imágenes que sirven de acceso a lo real -destacadas en el fallo de la Academia como logro de su obra-, la colección poética de Transtromer “está impregnada de ahorro, concreción y metáforas expresivas"
Transtromer es el maestro de lo inesperado, de los instantes comprimidos. Logra plasmar de manera fantástica la paradoja entre estar encerrado y la libertad interior. Uno nunca se siente insignificante si lo ha leído a Transtromer”, sintetizó Englund.

Su poesía es “un análisis permanente del enigma de la identidad individual frente a la diversidad laberíntica del mundo”, destacó el sello editor.

Tras escribir numerosos poemarios -”Postales negras” y “El bosque de otoño” entre otros- y el paréntesis que le significó al oficio de escribir la apoplejía, en 1996 volvió con “Góndola fúnebre”, una antología que vendió 30.000 ejemplares, cifra elevada para el género poético.
 Transtromer no publicó nada más hasta 2004 cuando presentó “Gran enigma”, una antología de 45 haikus que figura como su última obra poética.

La ceremonia de entrega del Nobel se llevará a cabo el 10 de diciembre en Estocolmo, día en que se conmemora la muerte de su fundador, el inventor y químico sueco Alfred Nobel, famoso también por haber sido el creador de la dinamita.


Algo de sus obras:





Apuntes del fuego.

Durante los meses tristes, centelleó mi vida sólo cuando hice el amor contigo.
Como la luciérnaga se enciende y se apaga, se enciende y se apaga- a medias puede uno seguir su camino
en la noche oscura del olivar.
Durante los meses tristes, estaba el alma desesperada y sin vida
pero el cuerpo caminó directo hacia ti.
El cielo de la noche rugió.
Sigilosamente ordeñábamos cosmos y sobrevivimos.


Tormenta.

De pronto el caminante halla aquí el viejo
roble gigante, como un alce convertido en piedra
con su ancha copa ante fortaleza verde negra
del mar de septiembre.

Tormenta del norte. Es el tiempo cuando las serbas
Maduran. Despierto oye en la oscuridad
Las constelaciones estampadas
En lo más alto del roble.

Fuentes
Poesías:  Letras de Chile y Espectador.com






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