viernes, 28 de octubre de 2011

Lengua y Literatura 4º año

Las etapas de Cien años de soledad
Gabriel García Márque

Por Diana Serrago

La historia de la familia Buendía y del pueblo de Macondo son los ejes de la novela, que encadena una numerosa cantidad de episodios.
La obra respeta una progresión cronológica que va desde la fundación de Macondo por José Arcadio Buendía y su esposa Úrsula Iguarán hasta que el pueblo desaparece, en el momento de cumplirse la profecía escrita en los manuscritos del gitano Melquíades. Ésta pronosticaba el nacimiento del último descendiente de la estirpe Buendía con cola de cerdo. Se trata del estigma que recaerá sobre la descendencia de los Buendía, motivo por el cual Úrsula se negaba, en un primer momento, a consumar el matrimonio.
Uno de los hallazgos de esta obra es la permanente comunicación de los vivos con los muertos. Esta convivencia con fantasmas se presenta como un hecho normal y verosímil; de ahí el “realismo mágico” en que se inscribe la novela, puesto que lo fantástico irrumpe constantemente en la realidad cotidiana. Como indica Serrano Redonnet “lo más extraño o insólito adquiere visos de verosimilitud”.
La estructura de la novela puede sintetizarse en cuatro etapas, que narran los sucesos vivenciados por las seis generaciones Buendía, y que sintetizaremos en los siguientes apartados.

PRIMERA ETAPA

La primera etapa podría titularse, según María Luisa Serrano Redonnet, “El mundo y el tiempo míticos de los fundadores”. En este primer momento se relata el viaje que el matrimonio Buendía realiza buscando un territorio más adecuado para asentarse, obligados por el acoso del fantasma de Prudencio Aguilar, personaje al que José Arcadio Buendía había dado muerte. Este motivo los lleva a fundar un nuevo mundo, Macondo.
Este primer período novelístico postula, además, las “pestes del insomnio y del olvido” que atacan a los habitantes de Macondo. Estos se acostumbran a dejar de dormir y, además, van perdiendo la memoria. La consecuencia de las pestes: Aureliano y su padre José Arcadio deciden “marcar” o nombrar cada una de las cosas para no olvidarlas, a la manera bíblica.
Se sabe que el gitano Melquíades esconde una serie de manuscritos que albergan la historia escrita de Macondo, en idioma sánscrito. Ésta sólo podrá ser descifrada por el último descendiente de la familia Buendía.

LA SEGUNDA ETAPA

Este período novelístico podría denominarse “el mundo y el tiempo históricos de las guerras del coronel Aureliano Buendía”. Aquí se relata la crónica de los treinta y dos levantamientos armados comandados por el segundo hijo varón de los fundadores de Macondo. Estas batallas son narradas mediante hipérboles que le otorgan un tono claramente paródico al texto.
Como indica Serrano Redonnet, aquí “se subraya la inutilidad de las guerras civiles y la taciturna arrogancia del coronel, quien, sin embargo, comparte con otros personajes de la obra el hacer para el deshacer objetos recurrentes –pescaditos de oro en Aureliano, figuritas de azúcar en Úrsula, la mortaja que teje y desteje Amaranta–, que actúan como prendas de rescate en cuanto aplazan el tiempo de muerte de los personajes”.

TERCER MOMENTO

La tercera etapa despliega “el tiempo de la inserción de Macondo en la realidad exterior”.
El pueblo es invadido por la compañía bananera, que trae un supuesto “cambio de suerte” en el destino de la población. La explotación económica genera una suerte de efímera felicidad que se transforma en amargura cuando los ejecutivos de la compañía abandonan el pueblo, luego de haberlo aprovechado económicamente hasta el hartazgo. De esta manera, la pobreza y la angustia se apoderan de los habitantes cuando concluye “la fiebre del banano”.

CUARTA ETAPA: EL FIN DE MACONDO

El advenimiento de un diluvio, a la manera bíblica, se transforma en el castigo que Dios impone a la ambición desmedida de los habitantes de Macondo durante el asentamiento de la compañía bananera.
Progresivamente, mueren los personajes como consecuencia de sus propias faltas. La novela concluye con la lectura de los manuscritos por parte de Aureliano IV, quien descifra la historia de su familia redactada en sánscrito por Melquíades. Aquí se emplea el procedimiento llamado “puesta en abismo” cuando su esposa, Amaranta Úrsula, termina de parir al último de los Aurelianos y postrero descendiente de los Buendía: éste nace con la cola de cerdo profetizada en los manuscritos. Así concluye la última oportunidad que la estirpe de los cien años tuvo sobre la Tierra, condenada a la soledad.

Nos seguimos leyendo!

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